Ya se sabe que padecer de piernas cansadas significa que existe una mala circulación, que se conoce en términos médicos como insuficiencia venosa. Este es el mayor síntoma, pero también puede ir acompañada de dolor generalizado, aparición de varices o arañas vasculares, hormigueo en las piernas o calambres.
Pero ¿por qué se produce esa mala circulación? Son muchos los factores que pueden conducir a que la circulación vaya empeorando poco a poco hasta llegar al punto de sufrir el síndrome de piernas cansadas. Veamos cuáles son algunos de los más habituales.
Las causas de las piernas cansadas
Como hemos visto, la principal causa de la aparición de piernas cansadas es la insuficiencia venosa. Esta puede surgir por ciertos desarreglos hormonales, más frecuentes en hombres que en mujeres, aunque ellos tampoco están libres de padecerlo.
La menstruación o el embarazo son dos etapas en las que es bastante común sufrir de piernas cansadas. Se debe a la mayor retención de líquidos que se produce durante esos momentos, lo que lleva a sufrir una mayor sensación de pesadez.
Otro factor importante son los malos hábitos de vida. El sedentarismo, un exceso de sodio en la dieta o una mala higiene postural pueden provocar problemas en las piernas. Otro motivo es el exceso de peso o la toma de ciertos medicamentos como pueden ser los antidepresivos, los antihipertensivos, los antiinflamatorios o, incluso, la píldora anticonceptiva.
Aunque en una menos escala de prevalencia, las piernas cansadas también se pueden llegar a producir que patologías de carácter tiroideas. En este grupo podríamos incluir insuficiencias cardiacas, hepáticas o renales, al igual que ciertas alergias o inflamaciones, sin olvidarse de que también puede derivar de problemas genéticos o traumatismos.
El calor provocará que se intensifiquen los dolores, por lo que es el momento de acercarte a visitar nuestra farmacia para intensificar el cuidado de las piernas y no dejar que arruine las vacaciones.